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Caballo San Fratellano

 

En las montañas de Nebrodi, junto volcán Etna, tiene su asentamiento una raza cuyo origen se pierde en las invasiones  normandas. El caballo de San Fratellano es un animal que corre el peligro de extinguirse en nuestra memoria. Por ello, cada año se celebra una feria en la que se ensalzan las virtudes de esta magnífica estirpe. A finales de agosto podremos ser testigos de este evento en la isla siciliana.

En los albores del siglo Xl cuando, desde sus asentamientos, los aventureros normandos embarcaron en la mayor expansión de campañas en Europa, comenzaron una prolongada y fortuita migración hacia el sur de Italia y Sicilia, donde servían a la nobleza local como mercenarios luchando contra árabes y bizantinos. Los normandos se caracterizaban por imitar y asimilar los hábitos y la cultura de las poblaciones que conquistaban. Esto fue lo que ocurrió también con sus caballos de guerra, que se mezclaron con las razas indígenas de los orientales (de origen Árabe y Persa), originalmente importados a Sicilia por los bizantinos, y también con algunos caballos Españoles presentes en la isla.

A lo largo de los siglos, el caballo San Fratellano se convirtió en una raza asentada, con sus características morfológicas propias. Estos preciosos caballos negros barro cos han ido evolucionando gracias a un cuidado proceso de se lección natural. Hasta hoy, han si do criados y educados en un estado de semi-libertad en las montañas de Nebrodi, en el corazón de Sicilia, pero bajo la supervisión del Institute for Equine Incrementation de Catania. Esta entidad fue creada en 1 864 y, desde entonces, ha sido la responsable del control de la situación de las distintas razas equinas típicas de esta región. Desafortunadamente, debido al hecho de que la mayoría de los archivos fueron destruidos con el paso de los años, los datos más antiguos que tenemos de los caballos San Fratellano son de 1925, el mismo año en que la raza fue destinada a la mejora de la producción equina en Sicilia. Al principio, entre 1930 y 1935, usaron sementales Árabes y pura- sangres, así como algún caballo Maremmano que, creían, permitía mejorar algunos defectos en la conformación de la raza original, manteniendo su apariencia general y las características morfológicas intactas. En 1959, siguiendo los mismos principios, cinco se mentales de la raza Nonius (de origen húngaro), fueron importados a Sicilia y también usados para mejorar el San Fratellano, aun que la opinión general en aquel momento era que aquella raza producía potros linfáticos que tenían que luchar para adaptarse al entorno de las montañas de Nebrodi. De hecho, sólo algunas líneas de los núcleos originales fueron cruzadas cón caballos como el Nonius y el italiano Maremmano. En 1 995, fue creado el Stud Book del caballo San Fratellano y, desde entonces, el objetivo de los criadores ha sido tratar de recuperar el origen de esta raza.

Prototipo racial

Esto ha dado como resultado una estirpe de caballos extremada mente fuertes y resistentes, que pueden sobrevivir a enfermedades que acabarían con la mayor parte de los caballos domésticos. Su cabeza es fuerte, con perfil convexo, el cuello está a menudo arqueado y tiene espesas crines. El ángulo de la espalda tiende a ser derecho. La cruz está bien definida y la espalda es bastante larga. El lomo es ancho y la grupa bien desarrollada, fuerte e inclinada, El pecho es ancho y sus miembros son fuertes, bien proporcionados. Las rodillas son lisas, anchas y libres de imperfecciones, los cascos son proporcionados y muy sólidos. La capa suele ser oscura, des de el bayo al bayo oscuro y el negro. No tienen marcas blancas. Su apariencia general sugiere fuerza y armonía. Tienen una marcha regu lar con movimientos amplios y espectaculares.

No lejos de la ciudad de Messina, y a los pies del volcán Etna, Nebrodi está en un paraje insólito, de gran belleza natural, donde podemos contemplar la singular riqueza arbórea del norte, en una tierra cercana a África. Estos bosques de las montañas de Nebrodi están poblados por una gran variedad de animales que se encuentran en peligro de extinción, como el reno, el jabalí, los lobos, los osos, los buitres, las aves rapaces o los búhos. La población local todavía realiza actividades ancestrales. Es posible encontrar, en tu viaje, pastores con sus rebaños de ovejas y probar la leche recién ordeñada y el queso fresco.

Los caballos permanecen en libertad, adaptándose por sí mismos al clima y al ambiente que les rodea. Las temperaturas son extremas:

bajo cero en invierno y largos periodos de calor en verano. Los potros no son vacunados hasta que no alcanzan la edad de tres años, para fomentar el proceso de selección natural. Su dieta es también muy pobre y no está suplementa da con heno o forraje. Comen lo que la tierra les ofrece.

La raza San Fratellano es muy versátil, son caballos que se pueden utilizar en distintas disciplinas, incluidas la Doma Clásica, el Concurso Completo, los Saltos... y son tan dóciles que los sementales son usados también como caballos para el circo. Hoy hay sólo unos 2.000 ejemplares en todo el mundo, y existe el miedo de que caigan pronto en extinción. Esta situación ha sido el motivo de encuentros y conferencias destina das a la creación de un programa para que la raza pueda conservar su identidad. Desafortunadamente, cada año, la mayoría de potros son escogidos cuando alcanzan los 12 ó 18 meses para destinar sólo los mejores a la reproducción, y esta práctica está también teniendo un efecto contrario de restricción de la riqueza genética, con el consecuente peligro de forzar la línea de cría. Gracias a las actividades promocionales y el soporte financiero de la administración local durante los pasados dos años, parece que la extinción de esta raza no será inminente. De todos modos, hay mucho trabajo por hacer.

Un futuro inminente

Lo primero de todo, es necesario encontrar un uso para el caballo San Fratellano en el mundo ecuestre actual. En los inicios, esta raza fue usada para la guerra o el arado del campo o incluso puramente como medio de transporte, sin embargo, actualmente, estas prácticas carecen de sentido, la competición parece ser la salida natural incluso para estos caballos. Por estas razones, dos sementales de tres años (que aparecen en las fotografías) han sido donados a un jinete destacado en Italia para que los eduque con el fin de alcanzar un buen nivel de doma y desarrollar las capacidades atléticas innatas de esta raza. Hoy, y con frecuencia, el San Fratellano está siendo cruzado con caballos de pura raza, incluso con Españoles; los núcleos originales están siendo celosamente guardados y raramente vendidos para sacar beneficios. Esto sin apuntar que el futuro económico de la población local, que es dificultoso, está estrictamente vinculado al éxito de la promoción de esta raza.

Cada año, a finales de agosto hay una feria en San Fratello, en Sicilia, donde este caballo se erige en centro de atención. La cercanía del Etna, el folclore local, la gastronomía y el excelente vino de Sicilia convierten este evento en un lugar de máxima atracción para los que buscan la vertiente natural de esta isla cercana a África. Este año, la feria comenzará el 27 de agosto y fin el 3 de septiembre. Durante esta semana, habrá numerosas competiciones y actividades ecuestres. Los ganaderos tendrán la oportunidad de mejorar sus programas de cría y el público será testigo de la gran versatilidad de estos estupendos caballos.

                                 Cristina Alciati y Paula da Silva.


El San Fratellano ha sido criado en un estado de semi-libertad en las montañas de Nebrodi,en el corazón de Sicilia, bajo la supervisión del Institute for Equine Incrementation de Catania

Es una estirpe de caballos extremadamente fuertes y resistentes, que pueden sobrevivir a determinadas enfermedades que acabarían con la mayor parte de los caballos domésticos.


Su cabeza es fuerte con perfil convexo y espesas crines.

Mi agradecimiento a la revista Ecuestre por permitirme publicar sus artículos

Gracias      (Laura Razquin)